LIDERES SENCILLOS
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Hoy traigo a mi blog este fantástico artículo de Xavier Marcet , que bajo el título de "LIDERES SENCILLOS" , hace un repaso y descripción de la importancia que tienen determinados rasgos para un liderazgo sano, y sobretodo , lleno de sencillez.
Con mi libro " Las mil caras del liderazgo " recién publicado , nada mejor que disfrutar esta lectura que estoy seguro que a todos los que la lean les enriquecerá. LÍDERES SE
RESUMEN EJECUTIVO
En su artículo "Liderazgos sencillos", Xavier Marcet subraya la importancia de líderes que aportan claridad y sentido a las organizaciones, simplificando en lugar de complicar. Admiro a los líderes que infunden esperanza, aportan visión y mantienen el foco en lo esencial.
Estos líderes llenan las agendas de sentido y autoexigencia, diferenciando entre verdaderas innovaciones y ocurrencias pasajeras. Proyectan el futuro con ambición y humildad, y respetan el diálogo en conversaciones difíciles. Son capaces de superar sus propias decisiones pasadas y fomentar cambios significativos.
Además, ayudan a interiorizar cambios, crean una cultura de servicio y positividad en medio de la complejidad. Representan una comunidad sin ponerse por encima de ella, tienen un claro sentido del legado, y alcanzan la sencillez a través de la reflexión y el sentido común, influyendo positivamente en su entorno y guiando a sus equipos hacia el éxito y la transformación.
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Si quiere una empresa orientada a procesos, con jefes tiene suficiente. Pero si quiere una empresa orientada a contenido y transformación, entonces necesitará líderes. Porque no se trata de llenarlo todo de indicadores y cuadros de mando, se trata de conferir sentido a lo que la gente hace.
Por eso la burocracia digiere mal determinados liderazgos. Admiro a los líderes que lo hacen fácil. Para sofisticar sirve cualquiera, pero alcanzar la sencillez requiere mucho talento. Los líderes sencillos juegan otra liga. Y no encajan fácilmente en todas estas distinciones académicas sobre liderazgo. Al final uno se pierde entre lo que es el liderazgo transaccional, el situacional, el transformacional, el democrático, el de coaching, etcétera.
Lo básico es que liderar implica influir y llevar a la gente a otro nivel. Uno empieza a liderar el día que su verbo influir pesa más que su verbo mandar. De hecho, el liderazgo es necesario porque con mandar no es suficiente. Los buenos líderes consiguen sacar la mejor versión de su gente sin necesidad de ser empalagosos.
Tengo la suerte de ver muchas organizaciones y a muchos líderes. Hace años escribí Esquivar la mediocridad (Plataforma Editorial, 2018) para homenajear a esos líderes anónimos que me fascinaban por su autenticidad desnuda, por su forma de expresar las coherencias básicas, por su forma de alcanzar el sentido.
Gente que no confunde el sentido común con el conveniente y que tiene que escoger lo que es conveniente a ellos y lo que conviene a la empresa en cada momento. Gente que sabe inspirar y que nos ayuda a ponernos retos de altura. Les transmito algunos vectores destacados de este tipo de liderazgos sencillos que he observado en mis proyectos.
Primera. Líderes que infunden esperanza. Aportan visión y foco.
Recuerdan hasta la saciedad que las empresas vivimos de tener clientes satisfechos y que no hay que hacer. Saben que liderar no es inundar las organizaciones de planes. La pasión con focos mucho más importante. El día que los controllers ganan a la pasión por goleada, tenemos un problema.
Segunda. Líderes que llenan las agendas de sentido y de exigencia.
Necesitamos líderes que exijan desde la autoexigencia. Los modelos de negocio no se aguantan solos. Las cosas no son fáciles. Se requiere consistencia y no confundir innovaciones con ocurrencias. Tenemos las agendas llenas de reuniones, pero necesitamos que estén llenas de sentido.
Tercera. Líderes que esbozan el futuro con ambición y con humildad.
Para el corto plazo, con los jefes es suficiente. Necesitamos liderazgos capaces de conectar las oportunidades del presente, pero también de poner el futuro en la agenda del presente. Liderar es esculpir para preservar y futurizar.
Cuarta. Líderes que guían a las personas en el centro de un éxito de retórica.
Que respetan a los demás, especialmente cuando tienen conversaciones difíciles. Líderes que sienten que sin las personas las cosas ni pasan ni tienen sentido. Que una organización es la suma de sus personas adecuadas, de su capacidad de aprender y de operativizar lo aprendido.
Quinta. Líderes que piensan por cuenta propia.
Líderes con habilidad suficiente para dejar de hacer pronto lo que ya no tiene sentido. Que sepan superar decisiones que en el pasado probablemente ellos mismos tomaron. He observado que los líderes mediocres nunca aprovechan proyectos que no sean suyos. Líderes que impulsan cambios más allá de las modas del management. Para mimetizar y seguir tendencias, con burócratas un poco leídos tienes suficiente. Para decirnos, por ejemplo, que ahora tenemos el reto de la inteligencia artificial no necesitamos ningún líder. Es evidente. Lo que necesitamos son líderes que no eviten caer en el papanatismo de que todos son datos. Necesitamos líderes que piensen por sí mismos y que aguanten la presión del entorno.
Sexta. Líderes que ayudan a interiorizar los cambios.
No es suficiente con que la gente le vaya la formación, no es suficiente con inundar las empresas de discursos, no bastan con liturgias inspiradoras sobre transformación. Los cambios solo son las personas en transición, que han interiorizado una transformación que le da sentido. Ayudar a interiorizar más que motivar. La motivación es la consecuencia.
Séptima. Líderes que aportan positividad en medio de la complejidad.
Líderes para construir algo que valga la pena. A veces hay que aguantar desde la positividad. Expresar una resiliencia amable. Enfardarse con el mundo nunca es el proyecto. La positividad es la base de la confianza, y la confianza es la base del empoderamiento. Ser positivos para poder multiplicar desde las personas. Multiplicar desde hacer sentido y hacer crecer a los demás. Este es el hilo.
Octava. Líderes que expresan una cultura corporativa propia.
Líderes que saben, con una pregunta, en qué punto se hacen mal por la cultura que todos los manuales de cultura corporativa juntos. Líderes que sepan digerir los éxitos sin regodearse. Que mientras los demás celebran, ellos ya piensan en el siguiente nivel. Vivir el éxito como una anécdota agradable. Líderes que saben representar una comunidad sin ponerse por encima de ella. Liderar es servir, no servirse. No se trata de gustar a todos, pero sí de servir a todos. Todo esto es cultura.
Novena. Líderes que saben distinguir entre objetivos y legado.
Los objetivos de cada año siempre son los objetivos más importantes de la historia de una compañía. Tener sentido del legado es entender lo que queremos dejar. Lo que nos va a trascender. Que sería muy poco y es fundamental que tenga sentido e impacto. No pensamos en el legado por vanidad, el legado es la síntesis de unas vidas de servicio a los demás.
Décima. Líderes que alcanzan la sencillez. Líderes que dudan. Los líderes que no dudan son muy peligrosos. No son de fiar. Líderes que transitan de la simplicidad a la sencillez. Militar en el sentido común. Escuchar a quien les contradice. Brillar sin prosopopeya. Ser un guía contra la soberbia y la autocomplacencia. Entender a los expertos, pero pedir la sabiduría. La sencillez como manera de ser. La sencillez como la de aspirantes. Somos eternos becarios en excelencia.
El artículo "Liderazgos sencillos" de Xavier Marcet apareció en el diario La Vanguardia, específicamente en la sección "Transversal", el dia 12 de mayo de 2024
Xavier Marcet es el Presidente de Lead To Change, una consultora especializada en innovación, estrategia y transformación organizacional. Con una sólida trayectoria en el ámbito empresarial, Marcet se destaca por su enfoque en el liderazgo sencillo y pragmático, promoviendo la importancia de la visión y el sentido común en la gestión empresarial.
Ha escrito varios libros y artículos sobre liderazgo, gestión del cambio y estrategia, y es conocido por su capacidad para transformar organizaciones a través de la simplificación de procesos y la potenciación del talento humano. Su trabajo se centra en ayudar a las empresas a adaptarse a los cambios del entorno y a desarrollar una cultura organizacional orientada a la innovación y la sostenibilidad.
CILLOS ( Xavier Marcet )
Espectacular, gracias por compartir Jose. "Liderar es servir, no servirse"