HAGAMOS LA LISTA: LO EMOCIONAL (I)
Llevamos ya 3 meses de curso académico y aquí seguimos intentando aportar nuestro valor a esta situación que parece no tener un fin en el tiempo. Seguimos avanzando con nuestros cursos del Campus de Formación Virtual "Maecenas Singularity School" con cerca ya de más de 5.000 cursos realizados. Ahora comenzamos con nuestros Posgrados de Innovación, que nos abren una nueva modalidad: la formación virtual asíncrona. Nos van a dotar de unas posibilidades infinitas a la formación de docentes y directivos de todo el mundo de habla hispana … de momento. Por otro lado, mantenemos la fidelidad de los colegios e instituciones que llevan sus acciones estratégicas y de futuro junto a nosotros: ya tendríamos que estar planificando diversos escenarios. Gracias a los directivos que tienen su luz larga proyectada en el futuro no tan inmediato, y han aprendido del pasado…
“ La visión sin acción es un sueño,
la acción sin visión es una pesadilla”
Últimamente ya hemos vivido unas cuantas pesadillas … ¿estamos dispuestos como directivos escolares - y máximos responsables de nuestros colegios - a cometer el mismo error? Pues no deberíamos. No sé si nuestras estructuras y las personas que confían en nosotros - profesores, alumnos y familias - soportarían de nuevo algunas de las situaciones que han vivido en el pasado cercano.
De vuelta de México. Ya son varios los proyectos que estoy desarrollando en este fantástico país, y que estoy seguro que serán unos proyectos que darán sus frutos. El motivo es bien simple: creen en lo que hacen y entienden la necesidad del cambio acelerado ante la situación que vivimos. Lo mismo ocurre en Santo Domingo, y por supuesto lo mismo ocurre en España. Vienen tiempos convulsos en los próximos meses, ya lo comentaba en artículos anteriores. La situación de la pandemia nos rodea, y aunque las voces de los expertos afirman que los centros escolares no son de los principales focos de contagio y difusión del virus, no deja de ser una afirmación que tiene cierta parcialidad e interés.
Lo que si está claro es que se nos plantean diariamente situaciones de contagios en los Colegios, la verdad que casi nunca son masivos, que estresan de manera importante la organización, los recursos, a los profesores y al resto de Comunidad Educativa.
La pregunta que me hago es: ¿Hasta cuando aguantaremos esta situación de incertidumbre interna y externa ? , ¿estamos realmente preparados para esta carrera de larga distancia llena de caminos oscuros, riesgos y puntos ciegos ?
Antes de seguir quiero recapitular.
Inicialmente pusimos el punto de acción como directivos, en equipar nuestros colegios - según las posibilidades de cada uno - en sistemas digitales y herramientas “básicas” de comunicación a nuestros profesores. Algunos hicimos bien en apoyarnos en formaciones que permitieran optimizar esa inversión. Parecía que el éxito estaba basado en tener videoconferencias y un buen puñado de apps y herramientas digitales para controlar el aula y a nuestros alumnos. Para el momento inicial de confinamiento parecía suficiente.
Pero aparece una segunda fase para muchos países, que es la prolongación del confinamiento. Y empieza a surgir el índice de incertidumbre antes comentado: ¿Hasta cuando? ¿Tendré suficientes recursos para mantener las dinámicas de motivación, actuación y equilibrio emocional en la actividad docente?
En el caso de España, el tema se complica, porque pasamos a una fase de apertura de nuestros Colegios, en que el marco de actuación y previsión se desdobla con todo el factor sanitario que se debe desplegar. Nos convertimos en centros de salud, rozando la paranoia entre grupos de convivencia, geles, mascarillas y el 1,5 de distancia que no sirve para nada una vez que sales al recreo. Al final la sensación que te queda es que todo este esfuerzo se evapora en el momento en el que los alumnos se van a su casa a convivir con su familia, amigos y demás círculos sociales, que hacen inútil muchas de las medidas que tomamos en los Colegios.
Y esto se tensiona. Se tensiona porque cada día llegas al Colegio con la incertidumbre de si habrá algún caso de alumnos o profesores que arrastran al resto de la clase, cursos … y todo tiene al final su nivel de ruptura.
Durante estos meses, hemos puesto el punto en el “aula híbrida” que requiere de unas habilidades y destrezas tecnológicas, metodológicas y evaluativas que muchos docentes NO tienen. Por falta de previsión, tiempo, otras necesidades o yo que sé … pero lo que está claro es que nosotros seguimos atendiendo colegios que no tienen un buen despliegue para afrontar ese escenario de aula combinada entre lo presencial y lo virtual.
Pero , según yo … este ya no es el tema. Quién no haya planificado bien su marco pedagógico virtual para el despliegue del aula híbrida o del aula virtual, según su nivel de confinamiento, tiene una nueva carta que jugar: el estado emocional de nuestros alumnos, nuestros profesores y de nuestras familias. Un tema que se nos viene encima de forma acelerada como todo en estos tiempos, y que ahora es el momento de acometer, antes de empezar a contar episodios en nuestros centros escolares que no quiero ni imaginar.
¿Hasta que punto tenemos destrezas y formación en el entorno de lo emocional para atender los casos de miedo, desconexión, falta de autoestima, entre otros aspectos que ya empiezan a estar presentes en muchas de nuestras aulas? ¿Qué herramientas de autogestión emocional tienen nuestros profesores para controlar su día a día y apoyar a sus alumnos con técnicas y estrategias eficaces en este campo tan crítico en estos momentos y crear válvulas de escape?
Bueno, yo conozco unos cuantos Colegios, que se adelantaron a la tecnología, al aprendizaje inductivo y también, a la educación emocional. Y todo ello constituye de forma sólida su Proyecto Educativo en estos momentos. Y si no, que se lo pregunten a Joaquin, Diego o Quique, y en este camino están Ana, Sor Lourdes, Sor Adriana … curiosamente directivos escolares, que huyeron de ser “direcDivos” escolares. Saber priorizar, es una de las claves del éxito en la estrategia directiva.
Mucho ánimo con todo¡ Podemos con esto y más¡¡ o eso pienso yo.
Nos vemos en las redes¡