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EL LIDERAZGO IMPOSTOR


De vuelta a casa de realizar algunas consultorías en Colegios con los que trabajo en su desarrollo de cambio de cultural y nuevo modelo educativo. De vuelta a casa de realizar la promoción de nuestros Posgrados y de intentar hacer ver que la BUENA formación estratégica de calado, o se dinamiza, se impulsa y se invierte en ello, o nos veremos abocados a un resultado catastrófico en los próximos años en nuestros centros escolares.

Este fin de semana tenemos la reunión estratégica con el equipo directivo del Colegio Alauda. Durante dos días, vamos a analizar, planificar y entender cuál será nuestra dinámica de trabajo para el próximo curso… apasionante reunión. Muy expectante de lo que seamos capaces de hacer … pero entendiendo que las grandes planificaciones han muerto. Todo cambia tan deprisa, tan acelerado… que da vértigo planificarlo. Pero lo haremos, lo hemos hecho siempre, y lo seguiremos haciendo.

Se sienta al fondo. Cara seria, en muchos momentos distante, atiende el móvil, en un momento de mi intervención se levanta y se va …luego me enteré: era el director de innovación del Colegio.

No sé muy bien cuál es el perfil que utilizamos en los Colegios para seleccionar al director, al dinamizador, al líder de una organización de 50, 60 o 100 profesores, para que desarrolle un nuevo modelo de Colegio. Porque, al fin y al cabo, cuando hablamos de innovación hablamos de proponer proyectos de cambio cultural, de digitalización, de Big data educativo, de inteligencia artificial y sus derivadas, de competencias y metodologías de trabajo que las promuevan, más modelos de evaluación que las mejoren… y parece que, cuando hablo de estas cosas, estoy hablando de temas remotos, futuros… y que sólo hace falta esperar a que ocurran por si mismos en el Colegio. Nada más lejos de la realidad. Me temo que eso, no va a ocurrir.

Uno de los grandes problemas con el que nos encontramos hoy, es que las direcciones no sabemos por donde ir, seguimos pensando que los cambios pueden tener un carácter episódico, mientras que en realidad deben ser permanentes y crecientemente exponenciales. Debemos aprender a vivir y trabajar en un estado de permanente cambio, eso es, lo más estable que tenemos hoy en día, el cambio en sí.

Me llega el momento de contar a ese del fondo, que se siente agredido, invadido y quizás descubierto… que sin visión no podemos avanzar, que sin comunicación no nos entenderán, que sin BUENA formación y trabajo de experto ( no de antigüedad ) no podemos cambiar ni crecer, y que lo que valía en el 2015, ya no vale en estos nuevos escenarios que estamos viviendo.

Hace unas semanas estaba delante de un coordinador de innovación de un importante grupo de colegios en España. Estábamos hablando sobre nuestros Posgrados, y la posibilidad de implementarlos de forma interna en su organización. En un momento determinado de la conversación le pregunté: ¿ en qué estáis basando vuestra dinámica de innovación ? …. silencio.

Para evitar que se tensara demasiado el asunto, le pregunté por la formación de los profesores, de cuál era su cultura y las dinámicas de formación que estaban implementando. Me habló, de Flipped, Cooperativo, Problemas… y vino mi segunda pregunta : ¿y dónde tenéis vuestro modelo pedagógico? ¿es vertical? … ya no quise preguntar más.

En ese momento, le conté el modelo de liderazgo denominado LIDERAZGO IMPOSTOR. Es un estilo de liderazgo basado en los cuatro NO´s: no saber, no hacer, no reconocer y no querer. Pero claro, sentado al fondo, es difícil entenderlo. Muchos directivos que deben provocar el cambio, han sido sacados de sus funciones de carácter administrativo, para tener que pensar de forma creativa y disruptiva, y eso, mis queridos amigos, es complejo ( no me gusta la palabra imposible ). Si a eso le sumas, en algunas ocasiones, kilos de rareza, y de CCD´s encubiertos, pues mal vamos¡

El verdadero liderazgo innovador pasa por entender que no vale el status quo, pero tampoco correr como pollos sin cabeza, en dirección a ninguna parte. Asumamos que la verdadera innovación pasa por reconocer que no sabemos, asumamos que hay que abrir nuestros proyectos, nuestros colegios, nuestros claustros para avanzar y bajar a las mazmorras para volver a subir a las almenas, y volver a tener visión de futuro y sentido social.

Esto no ha hecho más que empezar, vienen momentos emocionantes y muchas cosas que están en una fase inicial, ya nos desbordan… La Cuarta Revolución Industrial pasará rápido, y la Escuela, y nosotros los directivos, debemos saber abordar ya ese nuevo escenario que se nos plantea.

Por eso viene nuestro objetivo fundacional: formación y más formación. Acompañada de transformación y buena dinámica de consultoría basada en la experiencia de años de trabajo y de aciertos y errores.

Y no se siente atrás … siéntese delante, y afirme con la cabeza, apunte y cuestione. Y, sobre todo, no se me vaya, su gente no se lo merece.

Nos vemos en las redes¡


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