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DEL "DIRECDIVO" ESCOLAR A LIDER DEL CONOCIMIENTO


Llevamos estos últimos años hablando del nuevo perfil del profesor, de su importancia en el desarrollo de una nueva visión del aula, del aprendizaje, de las metodologías… estando todos de acuerdo que constituyen el principal diferencial estratégico de los Colegios, pues dependiendo del banco de talento que como directivos hayamos conseguido reunir, nuestro posicionamiento de cara a las exigencias del futuro, que no va a ser poco, estará mejor orientado al éxito.

Desde esta perspectiva, no acabo de entender muy bien, como los Colegios, y especialmente sus direcciones, no se esfuerzan en atraer, desarrollar, y sobretodo retener, el factor humano del que, al final, se mire como se mire, dependerá su éxito y en muchos casos su supervivencia.

En mi opinión, el problema principal reside en que cuando hablamos de dirección y gestión de personas en los Colegios, mucha gente se refiere a la planificación de actividades, organización de recursos, coordinación de esfuerzos… dejando de lado la gestión del talento humano y su alineamiento con la estrategia del Colegio ( siempre y cuando la tenga, claro ).

Y claro, uno de las reflexiones “incomodas” que me genera esto es: ¿quién controla la calidad de los directivos escolares¿ al fin y al cabo, ellos también forman parte de la plantilla de empleados, y no están exentos de responsabilidad, ni constituyen un grupo social diferente… son responsables tanto de la estrategia, como del crecimiento del talento y de la implicación de los profesores en el talento. Y para eso nos pagan.

El asunto como directivos, no consiste en implantar modas imperantes, ni un conjunto de buenas prácticas desalineadas con los objetivos del colegio… el arte de la dirección escolar actual supone generar las condiciones, proyectos y ambientes que generen desarrollo de las personas, tanto a nivel individual, y como grupo social. Un tema que, lógicamente, depende totalmente del estilo de dirección.

LA FUGA DE TALENTOS. UNA NUEVA TENDENCIA

En algunas conversaciones con directivos escolares con los que trabajo, me trasmiten su “disgusto” por profesores que les dejan por otros puestos mejores o por colegios de la competencia.

Incluso existen pactos que no permiten el movimiento de profesores entre “colegios asociados” o con relación institucional. Como si los profesores fueran propiedad de alguien¡ En realidad la pregunta que hay que hacerse es cuál es el motivo del cambio, y por otro lado, por qué no se van los no tan talentosos…

Lo que conviene destacar es que las personas que son importantes, son aquellas que son verdaderamente adecuadas para nuestro proyecto, y no otras, por lo que uno de los objetivos de la dirección será, o debería ser, conformar un claustro de profesores idóneos, y no un equipo de sujetos en los que no todos se encuentran a la altura de las circunstancias y las necesidades del Colegio.

Esa es la gran dirección escolar actual: aquellos que dirigen con éxito las personas que dirigen porque les ENSEÑAN A PROGRESAR.

Invertir en buenos profesores supone apostar por los adecuados, e implica adoptar medidas para deshacerse de los inadecuados. Nadie tiene derecho de quejarse si los adecuados abandonan el Colegio en busca de nuevas oportunidades para crecer.

En estos días, hemos empezado en España con la promoción de nuestro Posgrado en Innovación Educativa. Curioso ver como los profesores abonan en su totalidad una formación de año y medio… sin que, en bastantes casos, medie su Colegio. Pensáis de verdad que ese profesor estará mucho tiempo en un Colegio que no le apoya en su crecimiento?

Con la cantidad de ríos de tinta que estamos viviendo a propósito de las nuevas necesidades de la educación para los próximos años, no se puede entender cómo todavía muchas direcciones siguen asentando su función en cuestiones formales más que en cuestiones de liderazgo.

En una nueva sociedad liquida, global, multicultural y multigeneracional, hay que liderar desde la ECONOMIA DEL CONOCIMIENTO, y pensar que lo que necesitan los Colegios son direcciones empáticas, inspiradoras y capaces de hacer fluir inteligencia colectiva: dinamizadores del conocimiento de calidad.

Por desgracia, y de forma histórica, ni la contratación de directivos escolares, ni su formación ni su promoción han sido temas importantes en los Colegios. Muchísimos colegios se encuentran con el gran problema de que no tienen buenos directivos, ni tampoco personas “promocionables” en sus filas.

El resultado es que nos encontramos con directivos que no están capacitados para dirigir organizaciones ni personas de conformidad con los tiempos que nos encontramos: una nueva etapa en las que las reglas del juego en los colegios han cambiado y en la que el trabajo y los profesores buscan el mejor sitio, como he comentado antes, para crecer.

DEL “DIRECDIVO” AL LIDERAZGO DEL CONOCIMIENTO

Y después de este baño… qué?

Bueno pues pensar que para garantizar el éxito de los Proyectos Educativos en los próximos años, no solo vale con contar con un gran grupo de profesores con implicación y sentido de pertenencia.

También necesitamos directivos adecuados para esta nueva situación educativa, y capaces de focalizarse en la dirección de personas mediante la función de servicio, autoridad e influencia. Un nuevo estilo de liderazgo se avecina… el liderazgo basado en el conocimiento.

Pero eso será otro cantar.

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