PROYECTOS INCIERTOS PARA LA DIRECCIÓN ESCOLAR
Acabó Forum Educa con esa sensación de que ha sido todo un acierto tirar los dados en un proyecto como éste. Independientemente de que la organización fuese tremendamente cuidada y que la sensación general ha sido de un evento muy adecuado en su formato, se respiraba en el ambiente una necesidad de oir de nuevo risas, ruido y sobre todo, reflexión y ganas de oir de viva voz nuevas ideas y proyectos de futuro traídos al evento por los patrocinadores que apostaron por este nuevo formato.
De las intervenciones que decir.
Ainara Zubillaga - Directora Educativa de Fundación Cotec- estuvo como siempre es ella: acertada, reflexiva y llena de carga emocional y de datos para llenar de conciencia a los asistentes de que nos queda mucho trabajo por delante, y que nuestros centros escolares tienen que dar una respuesta activa a todo lo que esta pandemia nos ha dejado y parece que nos dejará. Cerró Emilio Duró: ágil, incisivo, acelerado en el verbo y en el pensamiento, pero con un claro mensaje: escoge bien que tienes que estar 100 años con esa persona. Un cierre brillante para que todo el mundo tuviera clara una cosa: Forum Educa ha llegado para quedarse en el mundo educativo.
A mi me tocó ahondar en algún tema que pudiera dar de sí más adelante, y que para algunos supusiera un punto crítico de reflexión de dónde está su dinámica de trabajo y proyecto en el Colegio. Aquí va un resumen de la parte central de mi ponencia: los proyectos inciertos.
En el mundo de la gestión organizacional educativa, hay tres tipos de proyectos para trabajar: proyectos de ejecución, los proyectos de cambio y los proyectos inciertos.
Los proyectos de ejecución son aquellos en los que los recursos, dinámicas a desarrollar, presupuestos y personas preparadas para desplegarlos están claramente definidos. Sabemos por dónde ir, cómo aplicarlos y cuáles pueden ser los posibles resultados esperados.
Los proyectos de cambio son una tipología de proyectos en los que lo humano tiene el protagonismo central. Son las personas, su organización, el talento y su motivación lo que va a definir las líneas maestras de cambio. Por lo tanto, se pone el énfasis en el ámbito más puramente humano para que el proyecto tenga éxito, y alinear objetivos y competencias de las personas para hacerlo posible es el objetivo final de la acción directiva.
Por último, los proyectos inciertos. Proyectos que se tienen que desplegar en situaciones contextuales ambiguas y complejas, y donde el potencial humano está por descubrir o por explotar. La característica principal es que dentro de la planeación prevista, hay muchos aspectos que pueden condicionar el éxito o el fracaso del mismo, pero el principal problema reside en que estos aspectos son desconocidos o poco controlados, debido a esa situación contextual que comentaba al inicio del párrafo.
Como podrás entender y leer entre líneas, en estos momentos, y ante un nuevo escenario de proyectos educativos que se nos presentan como resultado de vivir esta pandemia, los proyectos inciertos ocupan la mayoría de los escenarios que tenemos por delante como directivos escolares. No será yo quién te proponga que contenido debe tener el proyecto que propongas para los próximos años … eso requiere de largas conversaciones y silencios “no violentos” para entender, contextualizar y poner en marcha lo que haya que hacer. Lo que sí que quiero poner en la mesa, es la siguiente pregunta: ¿ dónde pongo el énfasis para poder acometer este proyecto que otorgue personalidad a mi Colegio en los próximos años ?
Pues nada, vayan aquí unas breves ideas recogidas de diversas lecturas - Xavier Marcet ha inspirado este breve decálogo - y reflexiones en compañía de algunos de vosotros:
1.- Autenticidad directiva
Innovar y generar cambio requiere ir más allá de las buenas intenciones y de arengar a nuestra organización y nuestros equipos a trabajar. La fuerza de la dirección reside en entender en qué vamos a cambiar, cómo vamos a cambiar y para qué vamos a cambiar. Con esta trilogía del Sinek, la dirección debe dirigir y liderar el proceso de cambio organizacional. De nada valen las palabras, los congresos o las formaciones: si no entramos de lleno en el proceso de cambio, el Colegio no cambiará, y si lo hace, lo hará desde el atomismo más puro.
2.- Última milla
Son incontables la cantidad de proyectos a los que dedicamos una cantidad ingente de recursos materiales y de personas, y que en el momento mas critico quedan sepultados por otros que parecen más urgentes, importantes y que no podemos dejar pasar. Esto supone “morir en la orilla” , creando entre la organización, la sensación de que no merece la pena generar, trabajar y poner todo el esfuerzo ya que al final, nada se lleva a efecto. Cuidado con esta sensación de no cerrar los proyectos. Detrás de cada uno de ellos hay mucho tiempo y dedicación para que con nuestra dispersión, generemos el sindrome del “otro más, no merece la pena”.
3.- Talento Innovador
Contra con capital humano es una de las claves que requieren los proyectos inciertos. Al fin y al cabo, todo depende del factor humano. Por más recursos materiales que tengamos, si no contamos con el apoyo de nuestra gente … será un trabajo baldío. Pero no todo vale. Ni todos valen. Saber buscar las personas adecuadas, saber cohesionarlas y buscar las máximas potencialidades de cada uno de ellos por separado y en equipo, son las grandes habilidades de los líderes de los proyectos inciertos.
4.- Innovación inmigrante
Recursos. Todo el mundo pide recursos. Sin recursos no hacemos nada. Con esto no es suficiente. Y la sensación al final es que ponemos y ponemos recursos que no se optimizan y en muchos casos no se valoran.
El otro escenario es que no siempre vamos a poder tenerlos. Y saber optimizar al máximo lo que tenemos y reinventarse alrededor de todo lo que podemos sacar de lo mucho o poco que tengamos es todo un valor. Si hay algo que estoy aprendiendo de mis viajes y contactos reales con otras realidades educativas, es que no importa tanto el recurso que tenga, y si cómo y de qué manera lo aprovecho ( dedicado a mis religiosas misioneras carmelitas que tanto están peleando en estos tiempos por sacar y sacar de donde no hay¡ Madre Tere … ese perro ). ¡Perdón por el inciso!
5.- Entrenar la disrupción
Como comentaba anteriormente, el talento innovador es crítico para poder afrontar y ahondar en el desarrollo de proyectos de carácter incierto: la disrupción, su comprensión y la claridad de que hay que saber vivir con ella, supone otro reto de las direcciones escolares en el manejo de proyectos. Entender que la disrupción lleva asociado el riesgo y el fracaso, y entrenar en ello para no desfallecer ni abandonar a las primeras de cambio, es una de las principales tareas de cualquier colegio que quiera emprender ese cambio de proyecto.
6.- Cultura ágil
Definir la cultura organizacional es absolutamente necesario en cualquier escenario, pero sin lugar a dudas, que en estos tiempos que vivimos y que se nos requiere agilidad, visión compleja del contexto y mucha acción, hay que promover esa cultura ágil que permita hacer y deshacer mucho de los ejecutado, entender la necesidad de ser flexible, y sobre todo … no perder el tiempo en luchas internas sobre lo que sí y lo que no. Tener presente la dinámica de cambio es algo innegociable desde la dirección hasta el último eslabón de la organización escolar.
Bueno, pues un poco de contenido para entender estos factores críticos en el desarrollo de proyectos educativos inciertos. Por que, sin lugar a dudas, es que todavía hay directivos que creen que todo sigue igual, y que esto de la pandemia simplemente ha sido un mal sueño.
Nos vemos en las redes¡¡¡
“ La validez de un proyecto no sólo está en la idea, ni siquiera en su ejecución. Sin lugar a dudas, que el factor más importante es que llegue en el momento adecuado a la demanda de la sociedad ”
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