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LOS NIVELES DE LA INNOVACIÓN ESCOLAR


Vamos a empezar con la promoción de nuestros Posgrados de Innovación. Un gran reto que, según mis datos, no ha realizado ninguna entidad educativa no universitaria en nuestro país. Para ello contamos con buenos programas, buenos profesores y buenos antiguos alumnos que, a pies juntillas, dan fe de la calidad de su aprendizaje cuando los han cursado.

Como habréis visto en las redes, utilizamos el hastag #somosmaecenas, y alguno se preguntará, ¿ qué es ser Maecenas? , bueno, cuando uno conoce a Carlos Pallero, Carmen Bartomé, Alfredo Romeo, Senador Pallero, Josu Iriarte, Ignacio Martín … se da cuenta que no es lo mismo “estar” que “ser”, o no querido Rafa Ávila?

El cambio en la Educación, en nuestra Educación, se ha convertido en una necesidad. Es algo que se ha llevado al escenario de la obligación. Pero claro, debe entenderse como algo opcional, asumido e interiorizado por parte de, primero los lideres de los colegios –pregúntese si usted lo es … eso de líder es algo complejo y otorgado por otros, no por el puesto que ostentemos -, y por parte, de los grandes artífices de la misma: los profesores.

Que nadie se engañe. El cambio viene determinado por una buena visión, comunicación y operativización de la innovación escolar, pero sobre todo, por un profesorado preparado y dispuesto para el cambio, tan necesario en nuestras escuelas.

Podemos pedir a nuestros profesores entrega al proyecto, ideas, dinámicas de trabajo conjuntas, pero aquellas en las que este proceso es demasiado costoso, donde el cambio supone una guerra continua, donde la permeabilidad al cambio es un verdadero problema, no dejan de ser escuelas que en un espacio de tiempo concreto, desaparecerán. ¿Conoce usted algún sector social, ya no le digo critico o no, que esté cuestionando la necesidad de cambio?

Tengo la suerte de ver y trabajar con muchos colegios a lo largo de mis días, semanas y meses de viajes interminables ( gracias Laura por tanta paciencia… ) y tengo la suerte de trabajar y liderar/dirigir/asesorar fantásticos proyectos de innovación escolar real ( gracias Joaquín, Diego y Quique por confiar en mí ) a nivel nacional e internacional, y mi experiencia en este sentido es que nos falta mucho… que hay buenos colegios, que están haciendo un gran trabajo, totalmente de acuerdo, pero no se puede uno imaginar la cantidad de direcciones/propietarios de centros escolares mirando no sé muy bien dónde. Pobres familias y alumnos que han depositado su ilusión en proyectos educativos muertos y disfrazados de no se muy bien qué.

Los colegios abiertos al cambio, son aquellos que desarrollan culturas innovadoras, y constituyen las verdaderas organizaciones escolares de estos albores del siglo XXI: son las únicas que se están preparando para lo inesperado.

¿ Qué podemos hacer para conseguir este tipo Colegio ?

Estarán de acuerdo conmigo en que estamos desaprovechando la capacidad creativa de muchos profesores en nuestros centros escolares, y que la inteligencia de los directivos es insuficiente. Necesitamos, como dice Hamel, diversas lentes rastreando en una misma dirección.

Los Colegios no necesitan en este momento de líderes clarividentes que puedan marcar el camino que hay que seguir, necesitan directores/líderes que articulen espacios en red que gestionen la inteligencia colectiva, donde TODOS – o casi todos – los profesores tengan espacios para el cambio y la innovación.

Por este motivo, surge mi concepto y propuesta de verticalidad pedagógica. Necesitamos espacios verticales para generar y recoger el máximo número de ideas e iniciativas y establecer las condiciones para que estas se ejecuten.

Una organización que busque la innovación, la creación de la cultura innovadora y su sostenibilidad, requeriría tener presentes seis niveles de innovación que contemple tanto la innovación interna como externa.

Vamos a analizarlos y contextualizarlos a un centro escolar, según el planteamiento de Virginio Gallardo de Humannova.

Los seis niveles de la innovación en un centro escolar

Nivel 1.- Innovación interna top-down sistematizada:

Habitual en nuestros colegios, sucede cuando los equipos directivos introducen los cambios que a su juicio requiere el colegio de acuerdo con planes de carácter estratégico. Para ello, lógicamente, hay que tener ese Proyecto de Dirección adecuado, cosa que, no suele ser habitual en muchos Colegios.

Por lo tanto, la capacidad innovadora del Colegio depende de la visión de los líderes y ésta a su vez depende del correcto funcionamiento del resto de los niveles de innovación - representados normalmente en los equipos de innovación que desarrollan los colegios.

En este nivel, hay dos importantes variables: la inteligencia directiva es cada vez más compleja, pero lo es más como resultante de la inteligencia organizativa. Y en segundo lugar, debe existir una cultura Innovadora del Colegio como variable clave pues permite que haya menor resistencia al cambio y mayor rapidez de implantación. En este nivel es crítica la capacidad de visión del equipo directivo y su experiencia en dinámica innovadora.

Nivel 2.-Innovación interna top-down no sistematizada:

Los directivos introducen los cambios en el día a día sin planificación, pequeñas acciones que a su juicio requiere el Colegio.

Aunque clásicamente se ha reservado a acciones de pequeña intensidad, suele ser tan importante como la anterior cuando el entorno es muy cambiante, y supone, al menos, un intento de adaptación a los cambios.

En este caso, la capacidad innovadora del colegio, depende de las decisiones del día a día y de la capacidad de liderazgo transformacional - del que ya hemos hablado en otro artículo - de los directivos. La innovación es liderazgo, no es posible la innovación eficiente sin liderazgo.

La capacidad de los líderes de gestionar el cambio complejo es la más valiosa de todas las cualidades que puede poseer un directivo.

Nivel 3.- Innovación interna botton up sistematizada:

Cada vez más importante se produce cuando los colegios crean roles y proyectos cuya misión es la innovación. Estos proyectos son impulsados pero no liderados desde la dirección. Esto multiplica la energía dedicada a la innovación.

La capacidad innovadora depende de la selección de proyectos, recursos y capacidad de los equipos destinados a ello. Crear presupuestos para proyectos innovadores, seleccionar a los intraemprendedores y equipos de proyecto, dotarlos de sistemática implica acelerar la capacidad de innovación del Colegio, una característica básica de los Colegios Innovadores.

Nivel 4.- Innovación interna botton up no sistematizada:

Se considera clave de las nuevas formas de innovación pues todas las personas pueden hacer cambios en tareas y procesos de forma continua. Lo cierto es que tras un periodo de tiempo largo la mejora continua produce innovación disruptiva.

En ese nivel, la capacidad innovadora del Colegio, depende de la capacidad de innovación de cada uno de sus profesores y coordinadores.

La innovación no sólo son cambios de proceso, son cambio de valores, juicios y perspectivas, es también cambio en las formas de trabajar…

Los expertos de innovación señalan que el desarrollo organizativo y el cambio cultural es la forma más potente de innovación pues es la que hace el resto de cambios posibles y acaba convirtiéndose en innovación disruptiva. El microcambio escolar sostenido y compartido es macrocambio.

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