A propósito de Sófocles ...
Fines de semana importantes para nuestra Fundación, pues han comenzado las lecturas del Trabajo de Final de Posgrado de la primera promoción de profesores que han finalizado nuestro posgrado en Innovación Educativa. Cinco de las doce sedes, ya han clausurado un año y medio de intenso trabajo y experiencias de, en este caso, cientos de profesores que según sus palabras: han dado un giro a su visión de la innovación en la escuela, y la importancia que tiene para ellos, saber que estamos en un momento único y que los centros escolares tienen que ponerse a liderar lo antes posible.
Esta semana he estado con Javier Martín (@loogic), asesor de la Fundación y miembro de nuestro Comité de Tecnología Educativa, en la asamblea de CICAE, para hablar de las tecnologías exponenciales y cómo éstas van a afectar a la Educación en el futuro. En esta reunión, estuvieron presentes directores y propietarios de colegios que en los próximos años van a tener que tomar muchas decisiones críticas, que van a cambiar de forma sustancial la dinámica de sus Proyectos Educativos.
Ellos y cientos de miles de directores y equipos de dirección en el mundo.
Estoy seguro de que en los próximos años muchos centros escolares nos vamos a ver inmersos en una profunda crisis interna producida por el cambio generacional en la gestión de nuestros colegios. Por un lado, colegios familiares que darán el testigo a nuevas generaciones de familiares para llevar el timón, por otro lado, instituciones educativas religiosas que, ante la falta de religiosas o religiosos para la dirección, afrontan nuevos modelos de gestión y desarrollo de proyectos educativos católicos, y por último, proyectos empresariales de carácter cooperativista que van a ver como su idea inicial de gestión, varía de forma sustancial ante el cambio exponencial y veloz de nuestro entorno.
La gran pregunta es: ¿seguirán siendo válidos los modelos de dirección actuales, las visiones e impresiones de esta escuela que estamos viviendo? ¿Qué está cambiando en la dirección, en su visión y en sus estrategias de liderazgo en esta nueva escuela para una nueva sociedad?
Hace falta formación. Buena formación. Muchos de estos futuros directivos y equipos de gestión están sumidos en procesos profundos de cambio de modelos organizacionales
Hace unas semanas puse una frase en mis redes sociales del filósofo Sófocles. Una frase que recoge el sentimiento que me generó conocer como en un Colegio con el que colaboro, un conjunto de profesores está haciendo una guerra abierta a la innovación, al cambio y a las nuevas propuestas de renovación propuestas por la dirección.
Coincide con la conversación con un directivo escolar, que me comentaba, que un profesor expuso abiertamente en un claustro, que todo este tema de la innovación, la tecnología y todo este “follón” en el que nos metemos … son invenciones y movimientos que buscan solo el desequilibrio y proponer escuelas que no existen ni tienen sentido.
En fin.
Los Emiratos Árabes, estrenan un nuevo ministerio: ministerio de Inteligencia Artificial. El cargo lo ejercerá Omar bin Sultan Al Olama (27 años), y que abarcará nueve sectores socioeconómicos: transporte, espacio, energías renovables, agua, tecnología, educación, medio ambiente y tráfico.
Independientemente de que pueda tener mayor o menor sentido, sobre todo si miras nuestra cartera de ministros/ministerios, lo que se ve es una clara voluntad de abordar estratégicamente los retos que genera la incorporación de la tecnología que nos invade de una manera tan exponencial.
Esta situación empieza a generar ya dos tipos de equipos de dirección escolar: mientras que unos se enfrentan a esa innovación que les afecta y que se encuentra en la robótica educativa, en inteligencia artificial, en datos, en realidad virtual o en impresión 3D y entienden que el éxito a medio plazo de sus Proyectos Educativos depende del aprovechamiento de estas nuevas herramientas tecnológicas, y de la creación de claustros que entiendan estas dinámicas; otros permiten que haya profesores que se llenan la boca de palabrería acerca de la importancia de controlar y cuestionar el emprendimiento, la innovación y todo lo que suena a cambio.
Y eso, permitir el ruido, la crítica sin sentido y sin datos, sólo adelanta la muerte inevitable de un tipo de modelo de centro escolar, de proyecto educativo y de docente.
Este fin de semana, con la clausura de nuestro Posgrado, hemos visto profesores con capacidad de investigación, renovación, visión global de su trabajo, de esa nueva figura del profesor. Junto a ellos, nos acompaña la gran frase propuesta por Carlos Pallero - director de nuestro Posgrado en Inteligencia Emocional, PNL y Coaching aplicado a la Educación, y de la misma área en nuestro proyecto Esencia Educativa - en su módulo del posgrado de experto: “los alumnos no huyen de aprender, de lo que huyen es de determinadas formas de aprender”.
Creo importante que el perfil del director escolar vire de forma sustancial y pase a tener una visión más exponencial y tecnológica, y si no se ve en esa nueva figura, pues que sea capaz de rodearse de equipos que le hagan llegar las necesidades del proyecto, de los profesores y de los alumnos para esta nueva realidad.
¿Qué aspectos podrían resumir este nuevo perfil del director escolar, o de su equipo, con visión exponencial?
1.- Clara visión de lo que viene, cómo viene, y cómo puede afectar al colegio y al Proyecto Educativo.
2.- Capacidad y estrategias para comunicar esa visión al grupo humano que tiene que liderar, y al resto de la Comunidad Escolar, para que entiendan la necesidad de cambio.
3.- Proyecto Directivo, y que con su equipo, sea capaz de alinearlo a esa visión y la haga operativa.
4.- Plan de Formación Estratégico, para poder generar valor a ese Proyecto, siendo lo suficientemente flexible y amplio como para aportar valor al Proyecto Pedagógico y Social.
5.- Liderar de forma sistémica, transformacional, instruccional y situacional, para que realmente su equipo más directo y los profesores, se sientan partícipes de este nuevo escenario desde una visión compartida.
6.- Evaluación de este proceso de cambio, y replanteamientos y ajustes a corto y medio plazo. Se acabaron los planes a largo plazo.
Todos estos puntos sólo tienen un nombre: profesionalización de la dirección escolar.
Avanzamos hacia un nuevo final de curso, y con él, otro año académico que aunque parezca que no, ha generado importantes cambios en el escenario educativo español.
Nos vemos en las redes… buena semana ¡