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FUTURIZABLE. UNA APUESTA POR EL FUTURO


Semanas intensas de gestión y congresos. Primero, República Dominicana con iKidsFuture, nuestro partner en este maravilloso país, con una ponencia que pude dar en el III Congreso Internacional sobre Innovación Educativa de la Fundación Inicia Educación. Cada vez más preocupación por el cambio real en la Escuela … y esto se acelera. Posteriormente en México, como última escala antes de volver a España a finales de junio para rematar el curso. Proyectos apasionantes sobre la base de la Fundación Educativa InnovaMex, de la que me siento orgulloso de impulsar desde sus inicios, y que de la mano de Vicens Vives, ha conseguido en un año apasionante de trabajo, posicionar su Proyecto Fundacional entre los más importantes del país.

“La Educación debe adaptar sus objetivos a la sociedad en la que los individuos que se benefician de ella se desarrollan. Si esto no es así, la Escuela se queda sin sentido social”

Hoy quiero empezar la semana con esta reflexión que he escrito para el prólogo del libro “Futurizable”, que con mucho acierto ha escrito Javier Martín sobre las tendencias sociales y su vinculación a las tecnologías más actuales. El libro está disponible en Amazon desde la semana pasada y muy pronto en papel.

Recomendable. Muy recomendable, para todos los directivos en tema de visión de futuro y estrategia escolar. Seguramente que Javier impartirá taller para directivos en el I Simposio sobre IA, Robótica y Programación que celebraremos entre el 10 y 12 de noviembre en Córdoba, será el encuentro que más critico veo para los próximos años: directivos escolares hablando sobre la IA (Inteligencia Artificial ), sus derivaciones y educación… casi nada, no?

Bueno allá va¡ Espero que os inspire reflexión, y sirva para potenciar en el sector educativo internacional esta magnifica obra. Por si queréis contactar con él, y seguirle, lo tenéis en twitter como @loogic

Nos vemos en las redes¡

“ Un tipo valiente este Javier. Poner sobre la mesa un libro de estas características, es retrotraerse a la época de Julio Verne, y proponer al lector una visión del mundo que viene con unos inevitables tintes de futuro que para muchos de nosotros pueden ser difíciles de entender, creer y asumir.

La gran diferencia de Javier con el Sr. Verne, Julio para los amigos, es que éste fue en principio más hábil, y en lugar de proponer una obra como “Futurizable”, nos embelesó con novelas de submarinos, viajes al centro de la tierra y otras aventuras, que en realidad lo que ocultaban era la visión de lo que sería el futuro de la sociedad en determinados campos. Era una manera de hablar del futuro y no tacharle de loco.

Aquí tenemos entre manos unos escenarios, que dibujados en forma de tendencias, lo que hacen es ponernos de manifiesto una realidad aplastante de lo que viene, o que en muchos casos ya está, y que va a condicionar nuestra sociedad de manera exponencial en la próxima década.

Seguramente, que desde el punto de vista del lector, este libro despertará muy diversas visiones, reflexiones y opiniones que nos obligará, a cerrar el libro, y tener que suspirar para poder entender muchas de las dinámicas que se proponen. En otros casos, generarán emociones que nos llevarán al inevitable sentimiento de la negación más absoluta o la relativización de lo leído en cuestión.

Si me preguntan a mí, y aprovecho para agradecer a Javier la oportunidad de participar en el prólogo de este libro, creo que me ayuda a marcar una tendencia en el sector en el que desempeño mi actividad profesional, la educación no universitaria, y a ustedes, les debería inspirar, en un orden personal o profesional, la necesidad de cambio y preparación para un momento histórico inigualable en la historia de la humanidad.

Hace tres años, cuando no había empezado a profundizar en estos temas, quizás porque tampoco se habían asomado tanto como ahora, no hubiera hecho demasiado caso a todo el entorno que propone “Futurizable”, pero ahora con una visión profunda del tema, creo que hemos hecho muy bien en impulsar esta tendencia e introducirlo en nuestra estrategia fundacional como una de las líneas principales de desarrollo.

La pregunta inevitable que lanzo y que me gustaría que le invitase a la reflexión es: ¿ qué función y sentido tiene que la educación empiece a vertebrarse con criterio en todo lo relacionado con la tecnología, la Inteligencia Artificial y sus derivaciones?

Esta pregunta, se responde con otra, ¿ Tiene sentido una educación en la que no se eduque para las necesidades personales y laborales futuras? La respuesta es clara : no.

Hasta hace unos años, le propongo 8 años, la educación a nivel mundial ha tenido un comportamiento muy lineal: su función era instruir, crear individuos con capacidad memorística, medianamente analíticos y con pocas o ninguna habilidad creativa y critica.

El buen alumno, escolar y universitario, tenía al menos una capacidad de memorización enorme y desde ahí venia el éxito académico, pero no el profesional. Eso nunca se ha podido garantizar, pero si mejorar.

La aparición de la tecnología, ha condicionado la sociedad, las relaciones, el aprendizaje, el conocimiento, el emprendimiento, y hace que todo haya cambiado radicalmente en la última década, y en ese cambio se encuentra la escuela y su función social.

Ahora mismo, la organización escolar tiene la peculiaridad de ser el único sistema social en el que conviven diversas generaciones, desde la X hasta la Alpha, y que debe entenderse como un sistema relacional vivo y cambiante. Atrás quedan las sesiones y las ¿visiones? de un maestro exclusivamente detrás de un libro de texto, y se abre un mundo apoyado en el Mobile Learning, el Big Data de aula, la realidad aumentada y virtual, el flipped learning, la programación neurolingüística educativa, la impresión y diseño en 3D, la robótica accionable, el pensamiento computacional… todo ello intrincado en proyectos educativos muy flexibles y orientados a este nuevo escenario social, que los Millennials, Centennials y la nueva generación Alpha tendrán que vivir.

Vayan olvidándose de la nota de selectividad, y de enzarzarse en discusiones sobre pruebas estandarizadas que, en realidad, lo único que miden es eso, la habilidad para hacer pruebas estandarizadas. Eso era para nuestras generaciones.

Aquí hablamos del futuro de las próximas generaciones y del sentido de la escuela para la sociedad en este proceso.

Yo he perdido, bueno creo que nunca la he tenido, la fe en la política educativa. No entiende que muchas de las crisis actuales que vivimos, incluso aspectos relacionales de nuestros jóvenes, viene determinados por la falta de atractivo de la escuela, por no haber sido capaces de transmitirles lo interesante y necesario de este campo futuro, y de lo critico que será en sus vidas.

Ante este escenario, queda que las direcciones de los centros escolares, los responsables directos de la estrategia de futuro de la educación activa, se pongan a diseñar dinámicas de innovación en este campo, y no esperar. No esperar a que sea tarde, a que la educación no universitaria pierda su sentido histórico : aportar valor social.

Vienen tiempos de cambios, tiempos de crisis que son oportunidades para crecer, para dimensionar bien los espacios de crecimientos de nuestra sociedad: los centros escolares.

Gracias Javier por esta iniciativa, tan necesaria, tan disruptiva, tan critica, y que nos obliga a pensar e ir un poco más allá. Y de verdad, diseñar de forma activa nuestro futuro, aun estamos a tiempo.

“ LA VISIÓN SIN ACCIÓN ES UN SUEÑO. LA ACCIÓN SIN VISIÓN UNA PESADILLA”

( Proverbio Japonés )

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